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¿Como tener menos gastos en tu empresa o negocio?



Hay pequeñas empresas que con la orden de hacer todo rápido gastan más del dinero debido en transporte y en teléfonos. Hay otras que suelen gastar más de la cuenta por no tener un control mayor sobre sus procesos y, más grave aún, por desconocerlos. Entonces de pronto una crisis económica, motivada por diversos factores, es una oportunidad para replantear por qué nuestra empresa funciona como hasta ahora. ¿Está todo bien o hacen falta cambios? La reducción de costos debe ser una estrategia de la empresa para cumplir con un objetivo. Por citar dos casos, este objetivo podría ser lograr colocarse en un mercado altamente competitivo o evitar que la inestabilidad económica del sector ponga en riesgo el negocio.

NO TOCAR
Emilio García Vega, profesor de estrategia empresarial de la Universidad del Pacífico, dice que cualquier empresario que quiera reducir costos debería comenzar por analizar las actividades de su negocio y ver cuáles son las actividades estratégicas y cuáles son de apoyo, de segundo orden. En función a ese análisis recién se puede tener claro dónde comenzar a cortar. Si es mejor empezar por aquello que compromete a la producción, a la contabilidad o la distribución. Está claro que se debe definir qué actividades no agregan importancia al negocio desde el punto de vista del cliente. Por ejemplo, si lo que más resalta de un producto no es su empaque se podría entonces optar por un proceso más barato. Es recomendable tener un listado al detalle de los costos en las distintas áreas de la compañía en los últimos seis meses y con eso poder decidir cuáles realmente se justifican. A los que se pueden reducir hay que hacerles un seguimiento controlado.
Por su parte, Rodrigo Pinillos, director de la carrera de Administración y Márketing de la UPC, dice que antes que reducir costos hay que buscar consensos que apoyen esa decisión, porque no siempre la alta dirección tiene plena conciencia del impacto de recortes en las instancias más bajas de la organización. “Aunque los gerentes deciden el recorte, es importante considerar siempre el punto de vista de cada área involucrada, ya que ellos mejor que nadie deberían poder sustentar qué es estratégico y vital y qué se puede dilatar, suspender o eliminar”, dice.
¿Cuáles son los gastos comunes que no deberían reducirse jamás? Jhony Ostos, profesor de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas la Universidad ESÁN, sugiere que no se debe tocar lo que mejor sabe hacer una empresa, eso que le aporta una ventaja frente a su competencia. “Para ser más ilustrativo, si una empresa es excelente en calidad de servicio al cliente y así se distingue, entonces no debería reducir gastos en estas actividades”. Está claro que con eso pondría en peligro aquellos que hace que la prefieran como marca. Si algo atenta contra tu identidad no debes cortarle dinero.
PRODUCCIÓN Y LOGÍSTICA
Ostos dice que hay que analizar qué productos están en un ciclo de vida de decadencia para dejar de producirlos porque no agregan valor y más bien centrar los gastos en productos que están en crecimiento o madurez. “Otra forma de disminuir los gastos es utilizar economías de escala, es decir, producir mayores lotes para que los costos unitarios disminuyan; siempre será mejor utilizar el 100% de la capacidad instalada”, dice.
Pinillos aconseja reducir gastos realizando compras centralizadas, “una política ampliamente difundida en cualquier compañía transnacional, o con operaciones de envergadura: algo que una empresa de mediana dimensión bien haría en imitar”. Para Pinillos es válido buscar la eficiencia subcontratando por ejemplo el manejo contable o la administración de servidores y demás asuntos tecnológicos. Aunque hay empresarios que quieren controlarlo todo. “El empresario peruano se llena de cosas porque tiene la visión de que la empresa es como su casa y todo tiene que ser propio”, dice García. Gran equivocación.
Ostos sugiere que cuando el costo de generar una orden de compra es alto, entonces la empresa debería buscar reducir el número de pedidos aumentando la cantidad de stock, y para que esto sea viable la empresa debería tener una alta rotación de inventarios o un gran almacén.
No tener un control sobre las órdenes de compra y las facturas o recibos puede ocasionar más de un dolor de cabeza a la hora de ver que mucho del dinero perdido se va por no ser ordenado con estos documentos. Será necesario hacer inventarios frecuentes. Miguel Shinno, director de la carrera de Ingeniería de Gestión Empresarial de la UPC, dice que solo evitando devoluciones por despachos equivocados de productos, pedidos incompletos, documentos mal confeccionados se estará logrando reducir costos. “Otras medidas como optar por estrategias de consolidación de pedidos, postergación de la fabricación del producto final, y la estandarización sumarán mucho al ahorro en costos”.
APROVECHAR EL MEJOR MOMENTO
Lo más saludable, según Emilio García, es comenzar un corte de gastos por etapas y sectores. Pero un problema general que le pasa a las grandes empresas y a las pequeñas es que no tener un mapa de sus procesos. Y al no tener un flujo de las operaciones no se puede diagnosticar. “Un médico no te puede dar un diagnóstico con solo mirarte. Igual ocurre con las empresas”, dice García. Seguir el flujo de información de la compañía y de sus procesos permite ver por ejemplo qué acciones se están repitiendo. “Suelen haber personas haciendo lo mismo en diferentes áreas –dice García–,pero es un tema delicado porque está en juego dejar de contar con algunos empleados”.
Los empresarios suelen pensar en reducir costos cuando prevén un período de problemas en la economía. Pero lo mejor es reducir costos cuando se está más tranquilo, porque en un momento de crisis, la solución más sencilla y rápida es despedir personal. “En momento como los actuales para el Perú es un momento para evaluar con tranquilidad si es necesario reducir costos, porque aún no se tiene la soga al cuello. Aprovechar que las cosas están tranquilas y prepararte para el futuro (posiblemente amargo) y si nada se complica, igual con los cambios realizados vas a mejorar tus márgenes”, dice Emilio García.
Pinillos sugiere que hay que estar permanentemente en búsqueda de formas más óptimas de gastar (de que el gasto total sea el menor posible, dadas las posibilidades del entorno). “Las reducciones deben enfrentarse siempre pensando en el largo plazo (como todo en los negocios), y entender que hay eliminaciones que serán permanentes, reducciones que se mantendrán en el tiempo y recortes temporales, que no comprometen el corto plazo pero que en el largo plazo deberán volver a ser considerados”, sostiene.
Tomado del Suplemento Mi empresa del Diario El Comercio.