CADA EMPRESA ES REFLEJO DEL ORDEN DE SU DUEÑO.
¿CÓMO EVITAR QUE LOS INGRESOS QUE SE GENERAN TERMINEN REPARTIDOS
PARA GASTOS PERSONALES ANTES DE CUBRIR LO QUE EL NEGOCIO NECESITA
PARA SER RENTABLE ?
Al inicio de una empresa es usual que los gastos personales o familiares (más sin son miembros de una familia los que participan del negocio) se confundan con los gastos propios de la empresa. Y en ocasiones es una práctica común incluso cuando la empresa ya tiene varios años de formada. Uno de las razones es porque el negocio es la única fuente de ingreso del propietario y su familia y se trabaja sin establecer algo básico en las relaciones: límites.
CONSEJOS DE ESPECIALISTAS: Según el especialista en empresas familiares Luis Scerpella, en la medida en que el negocio va creciendo y teniendo éxito, es importante empezar a formalizar los aspectos monetarios entre la empresa y sus trabajadores (más si son parientes).El riesgo aparece cuando la empresa se consolida, no al inicio, pues es poco lo que se gasta. Pero luego, se dan muchos casos en que los miembros de la familia que participan en el negocio comienzan a cargar gastos sin control. “He visto cuentas de Nextel de una empresa familiar que llegaban a los S/.20.000”, dice Fernández.
¿Qué se hace en estos casos?
Luis Scerpella recomienda fijar un sueldo que no corresponda a las necesidades individuales, sino que debe estar en relación con el mercado en que participa la empresa y la responsabilidad del puesto en la organización. Es decir, uno debería ganar como si trabajara para otro. Además recomienda establecer “una bonificación variable que recompense los resultados logrados individualmente y como equipo de trabajo, es útil contar con indicadores de gestión, que permitan evaluar objetivamente los aportes logrados, y además definir una política de dividendos, la cual debe considerar el plan de inversiones y financiamiento de la empresa”. Pero el sueldo fijado para los miembros de la familia, recomienda Pablo Domínguez, no debe generar descontento entre los trabajadores que no son parientes pero ocupan cargos de igual responsabilidad.
“Si el trato es equitativo, sabrán que trabajan en una empresa justa y eso les dará más confianza”, sostiene.
El contador Carlos Palacios Flores ha recomendado en estos casos que el dueño del negocio, en especial si se trata de una pequeña empresa, ingrese a planilla, pues con esto además de asignarse un sueldo fijo da un respaldo en asistencia médica para él y su familia. Además, si el sueldo no es suficiente se puede considerar asignarse un pago a cuenta de las utilidades anuales. Así, cuando sea momento de repartirlas, solo se hará efectivo el descuento correspondiente.
CONTROL DE LOS INGRESOS
Para mantener control del dinero que ingresa, el profesor Gregorio Leong, jefe del Departamento Académico de Contabilidad de la Universidad del Pacífico, recomienda que este sea enviado a una cuenta corriente. “Con disciplina se puede establecer un mejor manejo del negocio”. Y agrega que todo lo que ingrese como insumo tenga un correspondiente comprobante de pago, para que el dueño no se fíe, pues quizá se realicen compras que finalmente son para uso de algún familiar y no útiles para la fabricación de un bien o servicio.
UNA BUENA DECISIÓN
María Esther Landa tiene hace diez años una empresa en Villa El Salvador que hoy fabrica diversas estructuras metálicas. Ella comenzó el negocio construyendo puertas. Su taller ocupaba el primer piso de su casa y por eso asumió los pagos de los servicios (luz, agua, teléfono) como gastos de la empresa. De todo lo que ingresaba, solo un monto menor tenía como destino su alimentación y otros pocos gastos. Cuando después de dos años a la empresa le fue mejor ya aumentó ese porcentaje para gastarlo en capacitación y estudios. El resto era inversión a favor de la empresa, si compraba un mueble o herramienta la utilizaba en su taller.
Hasta el momento que la empresa no tenga un ingreso fijo (o poco variable) cada mes no puedes establecer sueldos.
María Esther Landa dice que solo se define un sueldo para el propietario por una cuestión de orden “para no coger ni más, ni menos del dinero que ingresa”. En su caso tuvieron que pasar cuatro años para contratar empleados fijos y casi el doble para que ella se asigne un pago quincenal. Sin embargo, para ella no era un problema, pues su trabajo no funcionaba en relación a un sueldo, sino a metas. “Uno debe visualizar qué es lo que quiere lograr con su trabajo”, dice. Sus metas eran tener más de dos sucursales para su empresa, montar una planta de fabricación, contar con movilidad permanente para sus productos. “A mí me pareció que era mucho más importante invertir en bienes y propiedades porque luego te retribuirán más”.
MALOS EJEMPLOS REALES.
Seguramente más de una vez nos hemos topado con tiendas o restaurantes que por años permanecen invariables, pequeños y sin cambios, aunque tienen una alta circulación de clientes. Para Pablo Domínguez, profesor del PAD, la escuela de dirección de la Universidad de Piura, al cargarse gastos personales a los ingresos de la empresa lo que se logra es distorsionar los resultados del negocio, entonces no se conoce la rentabilidad y esto impide tener una idea clara de los gastos reales de la empresa. “Es dinero que podría volver a invertirse”. Aunque este mal hábito, según Fernández, no es el único culpable de que un negocio no crezca, pues tan o más importante es innovar en los productos y servicios y la mejora de la relación con el cliente.
AHORRAR PARA SEGUIR INVIRTIENDO.
A medida que el negocio crece, algunos no dejan de seguir invirtiendo. Ese es el caso de Marco Toscano, gerente general de Toscano’s Cargo Express, un operador logístico, también dedicado al servicio de mudanzas, que se constituyó en el 2002. Marco y su hermano Gerardo comenzaron a dirigir la compañía ganando solo un sueldo mínimo que cubría lo necesario: movilidad y alimentación diaria. “Lo poco que ingresaba se distribuía para el negocio, habíamos asumido que tenía que ser así, a veces queríamos comprar cosas para nosotros pero debíamos dar un paso atrás”. Así fue durante el primer año, pero recién hace dos pueden decir que ganan un sueldo para vivir con comodidad. “Pero por más que ahora reciba más y pueda darme algún lujo, en lugar de comprar un automóvil para mí, prefiero comprar un camión para la empresa”.
En conclusión, los empresarios que recién comienzan tienen todo en un sola caja, pero el verdadero problema no es ese, sino decidir cuál es el porcentaje que utilizas para tus gastos personales y cuál se queda en el negocio. dice María Esther Landa dice: “Si un 70% se irá en viajar y comprarte cosas y 30% queda para la empresa, entonces esta funcionará solo para pagar tus gastos y no debe ser así”.
Tomado del suplemento Mi empresa del diario el comercio del 15/08/2010
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